El niño es como la masa a modelar o la lacre de un sobre. Está marcado por el medio ambiente en el cual vive. De la misma manera que la cera conserva la marca del sello, de la misma manera el niño guarda en su vida la marca del entorno con quien está viviendo. La imitación de este mismo entorno es elemento importante de su educación. El medio ambiente en lo cual crece el niño es primordial en la formación de la personalidad.
El primer mundo en el cual se desarrolla el niño, es la familia. La influencia de ella es la principal y la mayor. Eso explica porque el Estado, por varios medios, ataca las familias e intenta controlarlas o destruirlas. Para que sea un hijo de Dios, hace falta al niño que se establezca un ambiente cristiano en la familia.
Sin embargo, esta influencia de la familia no es la única que toca al niño. Temprano en su vida, la escuela entra en juego y el ambiente de este lugar se introduce en la casa, ayudando u oponiéndose a la educación dada por los padres de familia.
A este aspecto de relaciones humanas de vida en sociedad, se añade hoy en día el contenido de la enseñanza dada a los niños. El maestro en la clase, aún más en el curso primario, tiene una influencia incalculable. La autoridad de una maestra sobrepasa a menudo la de los mismos padres. Entonces, si ella enseña cosas buenas, conforme a la educación que los padres quieren dar a su familia, estos mismos se alegran del trabajo realizado por la escuela. Al contrario, la escuela se convierte en un lugar peligroso para el desarrollo de la inteligencia y/o la moral de los niños que aprenden entonces cosas que pueden causar daños al alma.
Entienden mejor, me parece, la importancia de la creación hoy en día de una escuela verdaderamente católica, a la cual los padres de familia pueden confiar sus hijos en total tranquilidad. En donde saben que la educación que se les dará será conforme a la Fe y corresponde a la que ellos mismos quieren transmitir a sus niños.
Es el proyecto de esta Asociación que quiere edificar una escuela católica en España. Sin aislar los niños del mundo real, quieren darles una formación sólida por la cual tendrán los instrumentos adaptados para vivir en verdadero cristiano en el mundo de hoy, de un punto de vista tanto natural como sobrenatural. Con esto se puede defender la Cristiandad. Los niños de hoy son los adultos de mañana. Los cristianos de mañana lo serán si reciben hoy la educación que corresponde. Ayúdenos a la creación de una escuela y así nos ayudará Ud. a salvar las almas.
Que Dios les bendiga.
Que la Virgen María y San José protejan este proyecto.
Cualquier ayuda, sea del tipo que sea, será bienvenida y agradecida. Desde las necesarias oraciones o la más sencilla colaboración personal para acondicionar las instalaciones, hasta la donación de cualquier cantidad de dinero, por modesta que sea, será un ladrillo más en esta gran obra que ayudará a la sana formación de los niños.
Hemos abierto una cuenta corriente en el BBVA a nombre de la Fundación Estrella de Santo Domingo en la que se pueden ingresar los donativos, que serán desgravables de acuerdo a la legislación vigente: